Esteban de las Heras "Las sensaciones que he vivido como atleta no las he tenido como futbolista"

Entrevistas CAI

DANI BECERRA | Esteban de las Heras Rusiñol, (Tarrasa, 1960) probablemente sea el corredor más carismático de las Pitiusas. A sus 56 años, el infatigable atleta conserva la vitalidad de joven veinteañero. Habla del atletismo con gran pasión y desborda energía allá por donde pasa. De su generosidad siempre nacen palabras de ánimo y una constante predisposición por ayudar a todo el mundo. Sus consejos lo han convertido en una especie de oráculo al que muchos aficionados recurren para recibir asesoramiento.

Tanto en invierno como en verano, de las Heras corre y nada en Ses Salines; su segunda casa y su particular centro de alto rendimiento cuyos senderos conoce al milímetro. Entregado en cuerpo y alma al deporte, las piernas del fibrado centrocampista también batallaron con diferentes equipos de fútbol de la segunda y tercera división e incluso ejerció como entrenador. Actualmente trabaja como cartero, está separado y es padre de dos hijos (Adrián y Borja).

Pregunta. - En 1985 una aventura futbolística te trae a Ibiza.
Respuesta.- Exacto. Llegué a raíz de una oferta del Ibiza. Yo no lo tenía nada claro pero mi padre mi animó y acepté. A los dos días ya le estaba pidiendo que me mandara la ropa de invierno. Enseguida supe que este era mi sitio. Soy 100% ibicenco.

P.- ¿Y cuando dejas el fútbol y entras en el atletismo que diferencia encuentras?
R.- El fútbol es mi pasión pero hay cosas que me apenan. Por ejemplo, muchos padres no colaboran y con sus acciones lo ensucian. En el fútbol hay unas envidias muy malas, en cambio en el correr no. Lo que se respira en el atletismo no lo hay en ningún sitio. Aquí el ambiente es de buena energía y absoluto compañerismo.

P. - Entonces, ¿fútbol o atletismo?
R. - Lo tengo claro, si volviera a nacer sería atleta. Con el fútbol viví una etapa maravillosa pero las sensaciones que he experimentado como atleta no las he tenido como futbolista. El atletismo tiene algo que te engancha de una manera sin igual. Es un trabajo individual con una recompensa más allá de mejorar tiempos.

P.- ¿Recuerdas cuál fue la primera carrera en la que participaste?
R. - Sí. Fue en 1990, un cross que se disputó en Buscastell donde además, quedé el último. Yo pensaba que al venir del fútbol destacaría, pero nada más lejos de la realidad. No me lo podría creer, vaya debut...¡quedé el último!

Ganador del Medio Maratón de Montaña 2010

Ganador del Medio Maratón de Montaña 2010

P. - ¿Qué significa el amuleto que llevas atado al brazo en cada carrera?
R. - Es un Gri-Gri del Senegal, lo llevo desde 2004. Este amuleto no se vende, allí lo regalan a la gente de buen corazón. Es una reliquia que me protege durante todo el día.


P.- ¿Lo llevas día y noche?
R.- Todo el año. Es algo que ya forma parte de mi cuerpo. Tengo un vinculo muy especial con la gente del Senegal, colaboro enviando ropa y zapatillas.

P.- ¿Tienes fama de ser muy estricto con la alimentación?
R. - Como de todo, pero es cierto que cuido mucho la dieta. Pero al igual que cuido el sueño, el descanso, el ir al gimnasio... Si no lo hiciera, con la edad que tengo, no estaría corriendo a mi nivel. Es verdad que soy muy metódico y muy disciplinado, es mi filosofía de vida.

P. - ¿ Y cuántos días a la semana entrenas?
R. - Todos. Mi horario de trabajo me permite entrenar cada día. A mi cuerpo le sienta bien, es algo que llevo haciendo toda la vida.

P. - ¿Por eso estás fino todo el año?
R. - (Risas) La verdad que no paro en todo el año. Ahora estaré en 60 o 61 kilos y mi peso para dar cera está en los 59 kilos.

P. - ¿Cómo llevas que la veteranía te vaya restando punta de velocidad?
R. - No te voy a mentir, me ha costado un poco aceptarlo porque soy muy competitivo, pero es ley de vida. Hay que tener los pies en la tierra. Mucha gente a la que entreno ya se me va y no los puedo enganchar, pero debo vivir con ello. No puedes comerte el coco por eso porque si no dejas de disfrutar.

P. - Eres de las pocas personas que se resiste a correr con reloj GPS.
R. - Nunca he corrido con reloj. Yo tengo el ritmo asimilado en el cuerpo, no me hace falta. Ahora hay una adicción por la tecnología brutal y eso está causando graves problemas personales. Yo no tengo ni Garmin, ni móvil, ni coche.


P. - ¿En qué tipo de competición te has sentido mejor? 
R. - En donde más he disfrutado ha sido en el cross. Por mi estatura y mi peso, al haber mucha curva, sube y baja siempre me defendí bien. En las carreras de montaña también he sido competitivo.

P. - ¿Cuáles son los principales errores que comete un corredor?
R. - Entrenar por encima sus posibilidades. Muchos corredores se dejan llevar por la euforia y entrenan como si estuvieran en una competición. Y no hace falta tanto. También hay muchos corredores nóveles que infravaloran la distancia y sin apenas experiencia ya quieren correr un maratón.

P. - ¿Tú has corrido algún maratón?
R. - Sólo he corrido dos y en ambos hice de liebre. El primero fue en Santa Eulària, Toni Roig me pidió que hiciera de liebre a Toni Suñer a 3:45 hasta el kilómetro 37. Al final lo acabé en en 2 horas 42 minutos. Quedé contento.


P. - ¿Qué te parece el auge del running?
R. - Genial. Todo lo que sea seguir creciendo y fomentar este deporte es bueno. Pero este boom también ha traído a mucha gente que en lo único que piensa es en coger su medalla de finisher y colgarla en Facebook.

P. - ¿Y eso es una moda pasajera o ha llegado para quedarse?
R. - Yo creo que se va a deshinchar. Como te digo hay mucha gente que corre por el postureo runner y al final supongo que acabaran aburriéndose y encontrando otro sitio donde lucirse. 

P. - Pero es verdad que el nivel también ha subido.
R. - Por supuesto. La gente ha mejorado muchísimo y está muy motivada. Antes eramos cuatro gatos y siempre estábamos ahí los mismos. Ahora hay una competencia brutal. Por ejemplo, con un tiempo que antes quedabas entre los 20 primeros, ahora te vas por encima del 50 de la clasificación.

P. - ¿Para ti cuál es la carrera estrella del calendario pitiuso?
R. - Para mi la Cursa de Passeig a Passeig. Esa carrera tiene algo especial. Sin ser un medio maratón ni un diez mil, la gente busca marca. Además es una prueba con un gran peso histórico. Nunca me la pierdo, es una carrera que disfruto mucho.

P. -  El año pasado, con 56 años ganaste una carrera nocturna de 26 kilómetros.
R. - Ni yo mismo me lo creía. Me apunté de casualidad, porque Carolina Damico me lo pidió. Además habían corredores mucho más jóvenes que yo como Javi Serra. Pero estaba en un estado de forma y de euforia brutal. Después de tantos años sin ganar una carrera absoluta fue una experiencia increíble.


P. - ¿Qué te ha dado una vida entregada al deporte?
R. - Todo. Gracias al deporte estoy rodeado de gente maravillosa que me quiere y me apoya. Allá donde voy siento el cariño de toda esa gente y eso es muy bonito. Además el atletismo te alarga la vida. Yo me levanto cada día a las 4:30 de la mañana y a las 5:30 empiezo a trabajar. No me falta energía.

P.- Muchos corredores buscan en ti asesoramiento, ¿cómo llevas la faceta de entrenador?
R. - Sinceramente, ahora es con lo que más disfruto. Para mi es un honor y un orgullo dirigir entrenamientos y ver como la gente  mejora. Tengo infinidad de casos de atletas que incluso me han hecho emocionar. 

Siempre dispuesto a ayudar.

Siempre dispuesto a ayudar.

P.- ¿Cuál ha sido el corredor qué mas te ha sorprendido?
R. - Para mi Texas (José Antonio Planells). Tú lo has visto correr, ¿has visto la técnica que tiene? es muy elegante, una maravilla. Y como ha progresado... Él era tenista, pero se empezó a aficionar al running y ahora es un crack. Y como persona un fuera de serie.

P. - ¿Cuál es tu próximo objetivo?
R. - Este fin de semana Texas y yo vamos a ver a Igor Yovanovitch a Sarajevo y aprovecharemos el domingo para correr el medio maratón de Split (Croacia). También estamos sopesando la posibilidad de participar en el próximo medio maratón de Berlin, del que me han hablado maravillas.

P. - Durante todo el año es habitual verte en Ses Salines, ¿no te agota tanto sol y playa?
R. - 
Al contrario, eso es energía para mi. En verano termino de trabajar a las 13 horas y voy directo allí corriendo o en bici y no regreso hasta última hora de la tarde. Siento predilección por este trocito de tierra.

P. - ¿Hasta qué punto?

R. - Hasta el punto de decirle a mis hijos que el día que me muera quiero que esparzan mis cenizas en Salinas y que la gente corra por allí en mi me memoria. Aunque sea hasta la torre y volver. Y ese día no quiero lloros ni tristezas, solo alegría, que la gente corra y yo poder verlo desde arriba.

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