23/03/2017
DANI BECERRA | Con la biografía del maratoniano José Cantero González (Burgos, 1950) se podría escribir un libro o hacer una película. A grandes rasgos, su fascinante historia se basa en la vida de un hombre que a los 40 años comenzó a dar sus primeras zancadas para combatir el sobre peso, y que finalmente, su afán de superación le llevó a correr por todo el mundo hasta, por el momento, completar 67 maratones; el último recientemente en Malta, cuando solo le quedaban once días para celebrar su 67 cumpleaños.
Cantero es una persona extremadamente meticulosa y ordenada, quizá por eso acude a la entrevista con una mochila cargada de abundante documentación y fotografías que acreditan sus gestas. El veterano del Club Atletisme Santa Eulària colecciona todo tipo de material desde que empezó a correr en 1990: dorsales, entrenamientos, recortes de prensa, clasificaciones, resúmenes de carreras y hasta folletos publicitarios. Este apasionado y sentimental del atletismo de fondo ya sueña con acabar su 68 maratón.
Pregunta. - Hasta los 40 años no empiezas a correr.
Respuesta. - Sí, hasta entonces solo era un admirador del atletismo, valoraba mucho el esfuerzo y el sacrificio de los deportistas. Con 40 años comienzo a caminar para bajar unos cuantos kilos que me sobraban. Recuerdo que la primera vez anduve 3 horas y a los pocos días incorporé la carrera.
P. - ¿En qué momento decides afrontar tu primer maratón?
R. - Cuando solo llevaba 50 días corriendo. Hoy en día no lo volvería hacer, no se lo recomiendo a nadie. Yo era consciente que con tan poco tiempo y sin haber competido nunca era una locura. Fui al Maratón de Calviá con muchísima inseguridad, pero acabé con una marca que no estaba mal para ser la primera vez: 3 horas y 22 minutos.
P. - ¿Qué recuerdo te queda de aquel debut?
R. - De los días más bonitos de mi vida. Crucé la meta llorando de alegría y siempre recordaré a una espectadora que dijo: ¡anda mira ese atleta! va riendo y llorando al mismo tiempo. Y era verdad, iba eufórico de emoción pero llorando a lágrima viva. Seguro que ese día ni el que ganó era tan feliz como yo.
P. - ¿Cómo prosigue tu vida de maratoniano?
R. - En diciembre termino el Maratón de Calviá y dos meses después, en febrero, volví a competir. En mis siguientes maratones hice 3h07, 3h02 y en el cuarto bajé de las tres horas. Los 39 primeros maratones los corrí en territorio español. Es que el maratón es una droga, terminas uno y ya estás pensando en el siguiente.
P. - Y al salir al extranjero terminas recorriendo todo el mundo.
R. - Sí, eso fue por un amigo que tengo en Burgos que me picó y me dijo: oye, ¿por qué no intentas correr en los cinco continentes? Y dije: ¡sí hombre! si aún me queda África, Asia y Oceanía... pero al final decidí intentarlo y enero de 2011 corrí el Maratón de Marrakech, después en abril busqué una escapada al Maratón del Mar Muerto (Jordania) y ya cuando acabó la temporada, nos fuimos a Auckland (Nueva Zelanda), donde culminé el reto de los cinco continentes. He sido un loco del maratón.
P. - ¿Y cuál dirías que fue la mayor locura?
R. - (risas) Mira, en tres ocasiones corrí dos maratones en una semana. Una de ellas fue en mi 50 maratón, cuando corrí en Roma a la semana siguiente hice el Maratón de Santa Eulalia. La gente decía: joder, este se va a Roma a correr el maratón y no corre el de su pueblo. Pues ahí estuve yo en la línea de salida. También llegué a correr en Lisboa y a la semana siguiente en Costa Rica.
P. - De tus 67 maratones, ¿con qué ciudad te quedas para competir?
R. - Con Valencia, lo he corrido 13 veces, aquello es espectacular. Mis mejores marcas han sido allí. Ahora incluso es más bonito porque desde 2011 la llegada es en la Ciudad de las Ciencias. Allí tengo una mejor marca de 2 horas y 47 minutos, y yo que soy muy meticuloso, también te puedo decir que he bajado 13 veces de las 3 horas y que la media de mis mejores 25 maratones es de 2 horas y 59 minutos.
P. - ¿Y no crees que haciendo menos maratones hubieras logrado mejores marcas?
R. - Seguro. Si hubiera hecho uno al año mis tiempos hubieran sido mejores. Pero lo hecho hecho está. Además, lo tengo claro, no cambio una mejor marca por 67 maratones. Eso es lo que al final me voy a llevar, haber corrido por todo el mundo y haber hecho lo que he querido.
P. - ¿Cuál es la prueba de fondo de la que más orgulloso te sientes?
R. - Pues no es precisamente un maratón, son los 100 kilómetros de Madrid que hice en dos ocasiones. La primera vez con 46 años, fui subcampeón de España de mi categoría con 8 horas y 47 minutos. Posteriormente, con 51 años, logré ser campeón de España en mi grupo de edad con 9 horas y 9 minutos. Era una prueba de 10 vueltas a un circuito de 10 kilómetros; una auténtica salvajada. Para prepararla solo hice dos tiradas de 50 kilómetros.
P. - ¿Y cuántas veces te has lesionado?
R. - Si te digo la verdad, nunca. Salvo en 2004 que me rompí el recto anterior del cuadriceps de por vida. Pero no me lo rompí corriendo, fue de la manera más tonta, al resbalar bajando la rampa del garaje. Si en aquel momento me hubiera operado... pero siete días después ya estaba en el Maratón de Dublín y allí fue donde noté que ya no valía nada. Hice 50 minutos más del tiempo que venía logrando.
P. - Hubo un momento en que decidiste dejar de competir.
R. - Sí, fue con 55 años. Después de correr 60 maratones en 15 años y como te digo, con el cuadriceps roto, tras el Maratón de New York decidí poner punto y final. Pero después, a los 60 años me puse el reto de acabar el Maratón de Viena. Y eso me hizo retomar la competición.
P. - Explícame qué tiene este deporte para estar tan enganchado.
R. - Yo creo que en la vida siempre tienes que tener una motivación, una aspiración a algo más allá de la pareja, la familia y el trabajo. Y para mi lo más bonito que hay en cualquier deporte es la palabra: mejora. La mejora es lo más grande, yo siempre me he considerado un atleta del montón pero con unas aspiraciones a mejorar increíbles.
P. - Y al margen de esa mejora, ¿qué te ha dado el maratón?
R. - Un entono maravilloso de grandes amigos. Los atletas de maratón son por naturaleza gente buena, sana, feliz. Yo recuerdo que en el trabajo cuando había algún deportista decía: si señor, este hombre es bueno. Ahí está el ejemplo de Antonio Carreño, que se castigaba duro, hacía mucho deporte, pero ojo, a la hora de trabajar eran los que más cumplían. Y a lo mejor habrá excepciones, pero en general un atleta es una persona noble.
P. - Dime algo que no te guste del atletismo.
R. - No me gusta las excusas para no ir a entrenar: que tengo a la hija mal, que he pillado un constipado, que hace mucho frío, que mi mujer quiere ir a no sé donde...Yo recuerdo que cuando hacía mis mejores marcas bajaba a Can Misses en días de lluvia y viento e incluso una vez, me tuvieron que encender la pista porque no había nadie. Tampoco me gusta la gente que no sabe asumir su decadencia y no disfruta. Un atleta debe aceptar un periodo que va en mejora, otro que se estabiliza y otro que va cuesta abajo. Y cuando eso pasa, ¿qué hacen muchos? toman el camino más fácil y abandonan; dejan de competir.
P. - ¿Cómo calculabas el ritmo que debías llevar en un maratón?
R. - Tenía de referencia los 30 kilómetros que siempre hacía de Santa Eulalia, Ibiza, Santa Eulalia. Esa tirada larga era clave y me marcaba el ritmo al que tenía que ir. Cuando hice mi mejor marca en maratón, recuerdo que este entreno lo hice a 4:12 por kilómetro y después competí a 3:58.
P. - ¿Quién te ayudó como entrenador?
R. - Yo nunca tuve un entrenador pero tampoco lo buscaba porque sabía lo que me iba a decir... (risas) Le dices a un entrenador que quieres correr 2 maratones al año y ya te pone mala cara, como para decirle que quería hacer cuatro en época de invernal. Pero quien más me ayudó fue Sebastian Adrover, al que yo llamaba el maestro, un mallorquín también enamorado del maratón que me aportó muchos conocimientos y con quien hice una gran amistad.
P. - ¿Cuál es la clave para correr un maratón?
R. - Entrenar bien y tener claro cuál es tu potencial. En el maratón también has de ser fuerte a nivel mental ya que cuando las piernas no van hay que tirar de cabeza. Yo siempre digo que el mejor ánimo que un espectador puede dar a un maratoniano es: dosifica bien, piensa lo que queda. Parece que no, pero es así.
P. - ¿Qué consejo le daría a la gente que esté pensando en correr maratón?
R. - Que se asesoren, se preparen bien y que no se dejen llevar por la euforia. Al maratón hay que tratarlo de usted. Cruzar el kilómetro 21 no significada nada, hay que pensar en el 42. E insisto, la cabeza juega un papel determinante cuando ya no te quedan fuerzas.
P. - De todas formas, gozas de una salud de hierro.
R. - Desde 1990 nunca he cogido un resfriado, nunca. Ni una gripe. Cuando termino una carrera todo el mundo me dice: ¡cámbiate la camiseta que vas a enfermar! Y yo siempre digo que no, que yo lo que quiero es frío. Toco madera y que Dios no me castigue, pero en 27 años no he cogido jamás un resfriado o una gripe, y eso lo achaco al deporte. El Maratón de Madrid lo corrí con una temperatura de entre cero y cuatro grados con 2 horas y 50 minutos.
P. - Cuéntame alguna anécdota mientras competías.
R. - Recuerdo que en el Maratón de Londres vi correr a un hombre y a una mujer con el traje de novios. Y al día siguiente me enteré por la prensa, que esa pareja a mitad del maratón se casaron y luego continuaron corriendo hasta cruzar la meta. Vaya manera más original de casarse (risas)
P. - ¿A qué deportista local admiras?
R. - A Toni Marí Buitre. Además de que me parece una persona excepcional es un luchador nato. Tiene la mejor marca de maratón en Ibiza y pasa desapercibido. Es una persona humilde, todo un ejemplo como deportista al que yo aprecio mucho.
P. - ¿Qué recuerdas de tu etapa en el AVE (Asociación de Veteranos de Eivissa)
R. - Las salidas que hacíamos cada domingo desde Vara de Rey hasta Salinas y volver; unos 21 kilómetros. Había un gran grupo de corredores donde, entre otros, estaba mi hermano Jesús, Paco Quirós, Benjamín Vela, Toni Vico, Miguel Padial, Jordi Saleski, Fermín Muñoz, Neus Tur, Bienvenido Parrilla, Pepe Torres, Juanjo Clapés, Toni Tur, Gregori, Juan Carlos, Cres Saul... la mayoría de ellos consiguieron ser finishers del maratón y posteriormente se engancharon a la prueba reina. Estoy contento de haber puesto mi granito de arena en esta fiebre del running.
P. - Y posteriormente recalas en el Club Atletisme Santa Eulària.
R. - Sí, aquí estoy como en mi casa. Somos un club humilde, no tenemos un entrenador ni instalaciones a nuestra entera disposición pero me siento muy a gusto. Tenemos muy buenos corredores, tanto hombres como mujeres.
P. - ¿Hay algo que te haya quedado pendiente como atleta?
R. - Haber preparado un medio maratón, eso es una pena que tengo yo; haber hecho una buena marca en medio maratón. La gente me dice que mi valía era de 1 hora y 17 minutos, pero nunca lo pude demostrar. Ese tipo de competiciones siempre las afrontaba como test del maratón o sin un plan específico.
P. - El 8 de abril se celebra en tu pueblo el primer Ibiza Marathon, ¿aceptas el reto?
R. - ¿Y de dónde saco fuerzas? Me encantaría, sueño con hacer otro maratón, pero no sé si podré. Hoy he hecho los primeros 15 kilómetros del recorrido y son realmente duros. Todavía no sé que voy hacer, lo decidiré en los próximo días... pero si al final no participo, al menos haría la otra carrera de 12 kilómetros.