DANI BECERRA | Antonio Suñer Torres (Barcelona, 1961) es un hombre sencillo y campechano que a sus 56 años, todavía conserva la figura esbelta y los rasgos físicos del aquel corredor que dominó el atletismo pitiuso. Su condición de pionero y su histórico palmarés, le convierten en santo y seña de nuestro deporte y en un emblema del Club Atletisme Pitiús, entidad en la que lleva militando 40 años bajo las ordenes de su entrenador Toni Roig. A Suñer también se le conoce por su gran corazón y por la ayuda que presta a la gente joven, con la que asegura sentir una conexión especial
La mezcla de sacrificio y humildad han hecho del Rey de la Pujada a la Catedral un ser querido y respetado allá donde va. Su voz se quiebra cuando nombra a Lina, el amor de su vida tras 41 años de relación. Visiblemente emocionado, los ojos del campeón se empañan mientras explica todo lo que ha significado su esposa en su trayectoria como atleta y en su vida personal. Suñer es padre de dos hijas (Andrea y Marina) y actualmente trabaja en el Consell de Ibiza como Coordinador de Deportes.
Pregunta. - Seis veces ganador de la Pujada a la Catedral y cinco veces segundo, se puede decir que eres el Rey de la Pujada.
Respuesta. - Desde fuera no sé como se ve, pero sinceramente, yo no le doy ningún mérito porque soy un atleta discreto a nivel de marcas. Aquello fue algo circunstancial. Hay atletas que merecen más reconocimiento.
P. - Para poder ganarla tantas veces, ¿te la preparabas específicamente?
R. - De ningún modo. Mi plan de entrenamiento estaba enfocado hacia otros objetivos. Eso sí, mi táctica siempre fue salir a muerte desde el primer segundo, sin contemplaciones, y que venga quien quiera. Yo tenía el convencimiento de que si llegaba al Rastrillo con una ligera ventaja sobre mis rivales, mis opciones para ganar aumentaban. Luego quedaba sufrir y echar el resto.
P. - De todas las Pujadas cual fue la más complicada.
R. - Recuerdo que una de las ediciones la gané saltando por encima de un coche. Al subir por el Rastrillo y cruzar el Patio de Armas, di de bruces con un vehículo y en un acto reflejo tuve que saltarlo por encima del capó para proseguir. En ese momento con las pulsaciones a tope en lo único que pensaba era en llegar a la Catedral como fuera.
Pujada a la Catedral 1997.
P. - Que la gente te diera como favorito ¿te añadía una presión extra?
R. - La verdad que me sentía un poco obligado a revalidar el título, pero salía con la misma tensión que en cualquier otra carrera. Lo que peor llevaba era el horario de la prueba porque al ser por la tarde me mantenía demasiadas horas por la mañana dándole vueltas a la cabeza.
P. - ¿Vivías el momento previo con mucha concentración?
R. - Sí. Reconozco que incluso me cambiaba un poco el humor. Era muy metódico y previsor en mi pequeño protocolo, me gustaba repasar todo. A las 12 me hervía mis espaguetis con un poquito de aceite de oliva, me echaba un rato y esa mañana mejor que ni nadie me hablase.
P. El récord de la Pujada lo ostenta Iván Prida (1994), que con solo 18 años hizo 6'47". Qué barbaridad.
R. - Ten en cuenta que ese atleta pertenecía a selección española de medio fondo, estamos hablando de un joven con clase de élite. Fue un resultado acorde a la categoría de un corredor que en 1.500 hizo una marca de 3'39".
P. - ¿Crees que algún día se batirá esa marca?
R. - Lo veo factible, pero solamente podrá hacerlo alguien de la élite. El día que traigan a algún medio fondista a nivel nacional posiblemente suceda. A mi me encantaría.
P. - En 1982 la pujada no superaba los 100 participantes, ahora son más de 700.
R. - Sí, la evolución del atletismo ha sido espectacular en cuanto a participación pero si te fijas en los resultados, verás que los tiempos con los que se ganaba antes eran muy similares a los de ahora. Incluso algunos años con mejores marcas.
P. - En aquella época, ¿qué atletas estaban contigo en primera fila?
R. - Habían muy buenos corredores, entre otros, estaba Vicente Noguera, Vicent Torres del F.C Barcelona, José Antonio Tur Ribas, apodado "tarantula", Domingo García o Fernando Aznaréz, que fue un atleta que vino al Club Atletisme Pitiús procedente de Ejea de los Caballeros. Guardo maravillosos recuerdos de todos ellos.
P. - Y después de tantos años, ¿cómo se digiere abandonar esa primera fila y quedar relegado a un segundo plano?
R. - Bien, es algo que acepté con naturalidad. Dejas de ganar, pero ayudar y ver crecer a los nuevos atletas te genera mucha ilusión. Con toda esa gente joven siempre me he tenido una conexión especial.
P. - ¿Por qué cuesta tanto que salgan grandes atletas?
R. - En mi opinión, hay que rebajar la exigencia a los menores en el atletismo. La mayoría de ellos cuando llegan a cadete ya están quemados. Creo que sería interesante hacer una labor de más divertimento a ciertas edades y el tema competitivo inculcarlo un poco más tarde. No obstante, tenemos jóvenes con gran potencial pero es pronto para vaticinarles un futuro. El atletismo de competición es una carrera de fondo en la que hay que planificar y dosificar muy bien para poder llegar en las mejores condiciones mentales y físicas a la categoría absoluta.
Toni Suñer en su despacho.
P. - ¿En qué tipo de competición te encontrabas mejor?
R. - La pista nunca me ha gustado mucho, siempre he sido atleta de ruta y sobre todo de cross. A mí el cross me encanta, disfruto mucho con el fango, la tierra, la lluvia... lo que pasa que los cross actual se ha suavizado mucho. Antes eran mucho más duros, con barro hasta la rodilla, con grandes obstáculos, charcos...eran crosses auténticos.
P. - De hecho en esa disciplina fuiste el mejor a nivel Balear.
En esa época era el único corredor ibicenco de la selección absoluta de Baleares de Cross que viajaba a los campeonatos de España y para mi era un orgullo. Habré estado en unos 10 o 12 campeonatos con la absoluta. Aquellas competiciones eran verdaderamente apasionantes.
R. - En 1983 se celebró la primera Semi-Maratón de Ibiza, ¿qué recuerdo guardas de aquella competición?
P. - Era una carrera preciosa. Recuerdo que las primeras ediciones acababan en el antiguo campo de fútbol del Ibiza. Al principio había una parte muy dura con la subida a Sant Josep. Los atletas profesionales que cada año traía Toni Roig le dieron mucho prestigio a la competición a nivel nacional. Habían españoles que te hacían 1 hora 4 minutos y eso eran palabras mayores. Más tarde comenzaron a llegar los africanos y el espectáculo de atletismo que ofrecieron fue de altísimo nivel.
P. - ¿Qué anécdota guardas de aquellas ediciones?
R. - Al finalizar la Semi-Maratón, mi madre siempre se presentaba en el antiguo campo de fútbol o más tarde en Vara de Rey con un tarro de cristal para que me tomara un licuado de frutas que me había preparado en casa. Era tremenda, le gustaba cuidarme mucho.
P. - ¿Algún entrenamiento que se te haya quedado grabado?.
R. - En 2001 estaba preparando el primer Maratón de Santa Eulària con Esteban de las Heras, y me acuerdo que nos tocaba hacer 15x1000 a 3:20 y los hicimos todos sobre 3:18. Fue buenísimo porque a la hora de tirar nos íbamos turnando un mil cada uno. Los hicimos en la pista de Can Misses en una mañana espectacular de un día festivo. Disfrutamos mucho ese día.
Suñer disputando un cross.
P. - Y alguna locura de la que ahora te puedas reír.
R. - Más que locura una especie de alucinación. Durante mi estancia en Barcelona, antes de las olimpiadas de 1992 el estadio de Montjuic estaba en ruinas y en completo abandono. Y un día que estaba lloviendo me dio por meterme allí y empecé a correr dando vueltas imaginándome que estaba en los juegos olímpicos, no imaginas el subidón que llevaba (risas) Me quedó grabado para toda la vida (risas)
P. - Dime algún error que cometieras a la hora de entrenar.
R. - En alguna ocasión, cuando el trabajo me obligaba a perderme algún entrenamiento tenía remordimientos y al día siguiente lo recuperaba haciendo dos entrenos el mismo día, algo que no se debe hacer nunca en la vida. Con eso lo único que puedes ganar es lesionarte.
P. - ¿Y qué espinita tienes clavada como atleta?
R. - Fui subcampeón de España de Cros Universitario con la Selección Catalana, y ya en un campeonato de España de veteranos, tampoco hubiera estado mal. Y en un medio maratón tengo 1 hora 10 minutos y 9 segundos, pero me hubiera gustado haber bajado esos segundos para que se viera la hora 9.
P. - ¿Cuál es tu objetivo inmediato?
R. - Después de haber participado en varios campeonatos de veteranos en pista cubierta y al aire libre, me gustaría disputar alguna carrera en ruta de 10 kilómetros a nivel nacional. Por lo demás, sobre la marcha iré participando en algunas pruebas de la isla.
P. - Dime el nombre de un atleta al que hayas admirado.
R. - El primero que me ha venido a la mente Mohamed Tissei. Él trabajaba de noche en Herbusa y entrenaba dos veces al día, llevaba una vida muy sacrificada. Fue una gran injusticia que no le pudieran arreglar los papeles para nacionalizarlo porque por ese motivo abandonó el atletismo. Sin duda una gran perdida, el chaval tenía mucho talento.
Suñer, Lina (su mujer) y Toni.
P- . Una persona clave en tu vida deportiva.
R.- Mi mujer. Sería muy injusto no reconocer todo lo que mi Lina ha hecho por mi. Han sido muchísimos años... muchas horas y días de no estar en casa. Jamás me reprochó nada. Todo lo que conseguí como atleta, el cariño y el reconocimiento que siento de la gente, se lo debo ella. Aunque somos diferentes en cuanto a aficiones, mi mujer y yo tenemos formas de pensar muy parecidas, coincidimos en la manera de ver el mundo y entender la vida. Le estoy infinitamente agradecido. Sin ella no hubiera sido posible conseguir todo lo que me ha brindado este deporte.
P. - ¿Qué ha significado Toni Roig en tu vida deportiva?
R. - Para mi y para muchos atletas Toni ha sido como un padre. Es un hombre que ha ayudado a muchísimos atletas a nivel deportivo y en sus vidas privadas. Por otro lado es un entrenador muy exigente y con un fuerte carácter, un gran entendido de la materia con un reconocido prestigio a nivel nacional, que vive el atletismo con gran pasión. Fuera de la pista es un hombre afable y con un gran sentido del humor.
P. - ¿Le has inculcado a tus hijas el atletismo?
R. - Nunca. Como padre considero un grave error intentar que los hijos se parezcan a ti. A los niños hay que dejarles que desarrollen por si solos el talento o la inquietud que llevan dentro.